enero 26, 2022
Agencias
El ruso Daniil Medvedev, número dos mundial, llegó a salvar una bola de partido y ganó en cinco sets este miércoles al canadiense Felix Auger-Aliassime (9º), por 6-7 (4/7), 3-6, 7-6 (7/2), 7-5 y 6-4, en 4 horas y 42 minutos de batalla, en cuartos de final del Abierto de Australia.
En semifinales, Medvedev se enfrentará el viernes al griego Stefanos Tsitsipas, número cuatro del ranking ATP. Ambos ya se midieron el año pasado en semifinales en Melbourne, con victoria entonces para el ruso en tres sets.
Tsitsipas ganó este miércoles en cuartos con autoridad (6-3, 6-4, 6-2) al italiano Jannik Sinner (10º).
Medvedev, subcampeón el año pasado en el Abierto de Australia, se convirtió en el principal favorito del torneo tras la expulsión del país de Novak Djokovic (número uno y vigente campeón) antes del inicio de la competición, por no estar vacunado contra el covid-19.
La estrella rusa, ganador del Abierto de Estados Unidos en 2021, podría convertirse en el primer jugador de la ‘era Open’ (desde 1968) en ganar de manera consecutiva sus dos primeros títulos del Grand Slam.
“Iba dos sets a cero abajo, con él jugando increíblemente bien… Él estaba en todas partes y yo no llegaba a hacer mi mejor tenis. Entonces me pregunté qué haría Novak (Djokovic). Y decidí hacerle trabajar. Si él quería ganar este partido tendría que ir a buscarlo, punto a punto”, explicó Medvedev sobre cómo gestó su reacción.
Para los espectadores, el partido, que duró 4 horas y 42 minutos, fue todo un espectáculo para la incertidumbre y la emoción. Ambos se entregaron al máximo, corrieron por toda la pista, subieron en busca de voleas…
Incluso con 5-4 en el quinto set, cuando sacaba para cerrar el partido, Medvedev tuvo que salvar dos bolas de ‘break’, toda una muestra de cómo Auger-Aliassime se resistió hasta el final.
Un momento marcó sin duda un antes y un después en el partido: cuando el techo de la pista Rod Laver fue cerrado debido a la lluvia, con 2-1 para Medvedev en el ‘tie-break’ del tercer set.
“Sudaba tanto que no llegaba a agarrar mi raqueta en el servicio. Cuando el techo se cerró hacía menos calor. Sentí que el partido cambiaba de bando”, admitió el ruso.
En el cuarto set, Medvedev tuvo que salvar una bola de partido en contra, un momento límite que el número dos mundial pudo superar. Forzó el quinto set y allí no falló.