Agencias
Señalada por los británicos, Francia se defendió este lunes del caos registrado el sábado durante la final de la Liga de Campeones situando al otro lado del Canal de la Mancha la responsabilidad del caos, al asegurar que hubo un “fraude masivo” de “entradas falsas” de aficionados del Liverpool.
La UEFA, por su parte, anunció en la tarde del lunes la apertura de “un informe independiente sobre los hechos en torno a la final de la Liga de Campeones” confiado a una personalidad independiente, el antiguo ministro portugués de Educación, Juventud y Deportes, Tiago Brandão Rodrigues, sobre “los procesos de toma de decisiones, las responsabilidades y los comportamientos de todas las entidades que participaron en la organización de esta final”.
Las autoridades francesas se encuentran en el punto de mira por las escenas de pánico que dieron la vuelta al mundo, máxime cuando París debe albergar en 2024 los Juegos Olímpicos y el Stade de France, en Saint-Denis, es una de sus principales sedes.
“Se ha confirmado un fraude masivo, industrial y organizado de entradas falsas”, que “fue la causa principal del retraso del partido”, dijo en rueda de prensa el ministro del Interior, Gérald Darmanin, tras una reunión con responsables políticos, policiales y deportivos.
El sábado, el inicio de la final entre el Real Madrid y el Liverpool (1-0) se retrasó más de 30 minutos por problemas de acceso de aficionados al estadio, donde no hubo heridos graves pese al hacinamiento de aficionados en los accesos.
A las 21H00, cuando estaba previsto el inicio de la final del prestigioso campeonato europeo, un “97% de los aficionados españoles estaba presente en sus gradas”, frente a un “50% de hinchas británicos”, aseguró el ministro del Interior.
Darmanin cifró entre “30.000 y 40.000” el número de hinchas ingleses sin entradas o con entradas falsificadas y apuntó a que el “fraude” tiene su origen en el Reino Unido. El prefecto de policía de París, Didier Lallement, anunció el domingo su intención de llevar el caso a la justicia.
Aunque desde el primer momento Francia apuntó a la responsabilidad de los aficionados del club inglés, las autoridades enfrentan una creciente presión nacional e internacional entre críticas a la actuación policial y a la organización.
“Los simpatizantes merecen saber lo que pasó”, urgió poco antes el portavoz del primer ministro británico, Boris Johnson, que llamó a la UEFA a “trabajar de manera estrecha con las autoridades francesas en una investigación completa”.
La UEFA ya “se comprometió” a compensar a las 2.700 personas con una entrada válida y “privadas del partido” por los incidentes, según la ministra de Deportes francesa, Amélie Oudéa-Castéra.