junio 16, 2022
Agencias
Con sus Celtics contra las cuerdas, la apasionada afición de Boston volverá a convertir el TD Garden en una olla a presión el jueves para evitar que los Warriors levanten en su pista el trofeo de la NBA.
Boston está en desventaja 3-2 en las Finales y necesita ganar el choque del jueves para forzar un séptimo y decisivo partido el domingo en San Francisco (California).
Los aficionados de los Celtics no están dispuestos a desaprovechar esta oportunidad después de 14 años sin títulos, una espera inusualmente larga para la franquicia más ganadora de la NBA, junto a los Lakers, con 17 campeonatos en su museo.
Aunque en playoffs han fallado en casa más de lo esperado (seis victorias por cinco derrotas), las figuras de los Celtics recalcaron el miércoles que necesitan del apoyo de su público para salir de esta situación límite.
“Es el último partido en casa de la temporada. Estoy deseando estar delante del público, sabiendo que nos va a apoyar y nos va a dar ese impulso extra de energía como siempre”, dijo el miércoles el alero Jayson Tatum. “Va a haber mucho ruido aquí. Va a ser divertido, un gran ambiente. Lo estoy deseando”.
La extraordinaria atmósfera de las Finales, las primeras que hospedan desde la derrota de 2010 ante los Lakers, tiene su reflejo también en las calles de Boston.
Los días de partido son incontables las camisetas verdes y blancas alrededor de la cancha, con multitudes reuniéndose en los bares para ver el juego.
En el TD Garden, el costo de cada uno de los 18.000 asientos oscila entre los 500 dólares para los más asequibles y los 18.000 dólares que cuesta ver el juego a pie de pista junto a estrellas como el rapero Jay-Z.