julio 8, 2023
Redacción NVS
Los Juegos Centroamericanos y del Caribe dejaron miles de historias. Unas de éxito, otras de superación y esta en especial, con un final feliz.
Todo comenzó con la llegada del perro, llamado Colombo, al edificio donde estaba la delegación de Colombia en la Villa Centroamericana, en la Universidad de El Salvador. El can siguió llegando día a día hasta que se ganó el corazón de la delegación suramericana y su presidente, Ciro Solano.
El can llegó muy temeroso, fue vacunado y recibió exámenes de sangre. “Ha sido un bendecido del presidente del Comité Olímpico Colombiano”, dijeron, pues fue él quien ayudó para buscar el apoyo del gobierno salvadoreño y obtener los documentos para llevarlo a Colombia.