enero 18, 2024
Redacción NVS / Agencias
Después de 18 días de intensa actividad en el mercado invernal de la Premier League, tan solo 31 millones de libras han cambiado de manos, y de ese total, 25 millones fueron invertidos por el Tottenham Hotspur para asegurarse la incorporación de Radu Dragusín. Este periodo de transferencias se presenta considerablemente más pausado en comparación con el año pasado, cuando los clubes ingleses desembolsaron más de 800 millones de libras. Las amenazas de sanciones, el inminente descenso de tres equipos y la retirada masiva de Arabia Saudí están desempeñando un papel crucial en este escenario.
En esta ocasión, los clubes de la Premier han optado por dejar de lado los grandes gastos del pasado, abrazando una ventana invernal más austera y centrándose en oportunidades de mercado a través de cesiones.
En la temporada anterior, los 20 clubes gastaron un total de 800 millones de libras (740 millones de euros), siendo el Chelsea el líder con una inversión de 300 millones en jugadores como Mykhailo Mudryk (88 millones), Enzo Fernández (108 millones), Benoit Badiashile (35 millones) y Noni Madueke (29 millones). En ese periodo, el Southampton desembolsó 63 millones, el Arsenal 60 millones y el Bournemouth 56 millones.
En contraste, en la actual temporada, el Tottenham encabeza la lista de gastos con la adquisición de Dragusin, mientras que el resto de los equipos se ha enfocado en cesiones e incorporaciones de menor envergadura.
La principal razón detrás de esta austeridad es el temor instigado por la Premier League con sus denuncias a los clubes que exceden el límite de gasto permitido. La competición permite pérdidas de hasta 105 millones de libras en tres años, y superar este límite puede resultar en sanciones económicas y deportivas.
El Everton, tras 32 años en la Premier, recibió en noviembre pasado una sanción sin precedentes de 10 puntos por declarar pérdidas de 124,5 millones en la temporada 2021-2022, marcando la penalización más grande en la historia de la liga, superando incluso la impuesta al Portsmouth en la temporada 2009-2010 por declararse en bancarrota.
Este no podría ser un caso único, ya que la Premier anunció esta semana nuevas acusaciones contra Everton y Nottingham Forest por el mismo motivo: exceder el límite de pérdidas permitido.