El Real Madrid aseguró su lugar en los cuartos de final de la Liga de Campeones tras un emocionante empate 1-1 contra el Leipzig en el Santiago Bernabéu, avanzando gracias a su victoria de 1-0 en el partido de ida y culminando la eliminatoria con un global de 2-1 a su favor. Este encuentro, disputado bajo la nueva cubierta cerrada del estadio por primera vez en una competición de la Champions, vio a los locales tomar la delantera con un gol de Vinicius Jr. en el minuto 65, antes de que Willi Orbán igualara para los visitantes solo tres minutos después.

El encuentro resultó ser un desafío para los merengues, quienes tuvieron que lidiar con la presión y un juego que no cumplió con las expectativas. “Fue un partido complicado y no jugamos bien, pero estoy muy contento ahora”, expresó Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, tras el pitido final.

Ancelotti tomó la decisión táctica de fortalecer el medio campo desde el inicio, dejando a Rodrigo en el banquillo y optando por alinear a Camavinga y Tchouaméni junto a Kroos y Valverde, con Vinicius y Bellingham en la ofensiva. “La estrategia era contar con jugadores de medio campo enérgicos para intentar ejercer presión alta y mantener un ritmo de juego elevado, pero la realidad es que terminó siendo un partido con un rendimiento más bajo de lo esperado, sin lograr la presión alta que deseábamos”, admitió Ancelotti.