En un impresionante giro de eventos, los Golden State Warriors se recuperaron de una derrota abrumadora frente a los Boston Celtics para dominar a los Milwaukee Bucks con un resultado final de 125-90 este miércoles. Este partido marcó el fin de una racha de seis victorias consecutivas para los Bucks tras el All-Star, mostrando la capacidad de resiliencia de los Warriors.
Después de sufrir un revés histórico en Boston con un marcador de 140-88, Golden State demostró su fuerza de una manera espectacular. Ya para el medio tiempo, habían acumulado 78 puntos, acercándose a la totalidad de lo anotado contra los Celtics.
Con un registro impresionante de 12 victorias en sus últimos 15 juegos (33-28 en total), los Warriors estuvieron comandados por una estelar actuación de Stephen Curry, quien aportó 29 puntos (acertando 10 de 18 tiros de campo y 6 de 10 en triples), además de sumar 8 rebotes y 5 asistencias.
Jonathan Kuminga contribuyó con 20 puntos, mientras que el novato Trayce Jackson-Davis brilló tanto en ataque como en defensa, especialmente marcando a Giannis Antetokounmpo, y sumó 15 puntos, 7 rebotes y 4 tapones. Andrew Wiggins hizo su regreso al juego tras una ausencia de cuatro partidos, anotando 3 puntos.
La ofensiva de los Warriors estuvo en plena sincronía, destacando su eficacia desde el perímetro con 19 triples de 39 intentos y un generoso juego de equipo que resultó en 37 asistencias de 51 canastas, cerrando con un 55,4 % de efectividad en tiros de campo.
Por su parte, los Bucks (41-22) tuvieron a Antetokounmpo como su principal figura, logrando 23 puntos después de haberse ausentado en el juego anterior, pero enfrentaron dificultades, particularmente en la primera mitad y en su intento por detener el ataque de los Warriors, mostrando una actuación defensiva mejorable.
