marzo 8, 2024
La escena se transformó en un espectáculo de humor y asombro el 4 de marzo en Lido de Camaiore, punto de partida de la competencia ciclista Tirreno-Adriático, cuando el equipo Visma apareció en la línea de salida con cascos de inspiración “galáctica” al estilo “Star Wars”, causando sensación entre los asistentes.
El foco de todas las miradas fue el casco Giro Aerohead II, cuyo diseño de aleta de tiburón generó un intenso debate. Daniel Lloyd, un ex ciclista, expresó en tono jocoso: “Querida UCI, nunca creí que pediría esto, pero por favor prohíbe esto y quizás considera contratar un director de estética para preservar la belleza de nuestro deporte”.
Hasta ahora, la UCI no ha establecido un comité dedicado a la estética, pero ha vetado el uso del casco modelo TT5 de Specialized debido a su ‘calcetín’ incorporado, calificándolo de “no esencial”. El destino del novedoso casco de Visma todavía está por decidirse tras una revisión pendiente.
A pesar de las reacciones iniciales y las bromas sin base técnica, Jonas Vingegaard, ciclista danés, advierte que las risas cesarán una vez que se demuestren los beneficios de este accesorio en las contrarreloj.
Como ocurre con la mayoría de las innovaciones tecnológicas en el ciclismo, como los frenos de disco, las novedades generan controversia entre sus defensores y detractores, pero con el tiempo suelen integrarse al mercado y ser aprovechadas por los fabricantes en busca de ventajas competitivas.
Sin embargo, la introducción del casco no tuvo el impacto deseado en su debut en la Tirreno-Adriático, ya que ningún miembro del equipo Visma logró destacar en la contrarreloj. Sin el nuevo casco, el mejor tiempo fue para el español Juan Ayuso, superando a Vingegaard por 22 segundos, a Van Baarle por 48 y a Uijtdbroeks por 58.