Carlos Sainz, al volante de su Ferrari, se alzó con la victoria en el Gran Premio de Australia este domingo, marcando un regreso espectacular apenas dos semanas después de someterse a una operación de apendicitis. En un giro dramático para el circuito de F1, Max Verstappen, el defensor del título mundial de Red Bull, experimentó su primera retirada en dos años, agregando tensión a la carrera.

Sainz, quien se distinguió como el único competidor fuera de Red Bull en lograr una victoria la temporada anterior, lideró la carrera manteniendo a distancia a Charles Leclerc, su compañero de equipo. La situación se inclinó definitivamente a su favor cuando George Russell, de Mercedes, sufrió un accidente en la última vuelta, lo que llevó a la activación del coche de seguridad virtual y allanó el camino para el triunfo del español.

Después de la carrera, Sainz compartió: “Fue una competencia excelente. Me sentí increíble en la pista,” reflejando su satisfacción por el rendimiento a pesar de haberse ausentado en el Gran Premio de Arabia Saudita debido a su recuperación post-quirúrgica.

Admitió no estar en su mejor forma física, comentando: “Estaba un poco rígido, y físicamente no fue lo más sencillo. Pero tuve suerte de mantener una distancia prudente con los demás, lo que me permitió controlar el ritmo, los neumáticos, y en general, la carrera, que no resultó ser la más desafiante de todas.” Con entusiasmo, añadió: “Estoy muy contento y orgulloso del equipo, y feliz por este 1-2 con Charles.”

Lando Norris, de McLaren, se adjudicó el tercer puesto, opacando las esperanzas de Oscar Piastri, su compañero de equipo y el aspirante local, quien terminó cuarto y buscaba su primer podio en la Fórmula 1 australiana. Norris, ahora con 14 podios, se convierte en el piloto con más podios sin victorias en la historia de la Fórmula Uno.