abril 1, 2024
La ciudad de Potosí, ubicada en el corazón de Bolivia a una altitud de 3.885 metros sobre el nivel del mar, está afinando los últimos detalles para ser la anfitriona de un partido crucial por la Copa Sudamericana entre el equipo local, Nacional, y el gigante argentino Boca Juniors. Este encuentro, programado para el próximo miércoles en el emblemático estadio ‘Víctor Agustín Ugarte’, promete ser un espectáculo deportivo de alto vuelo, a pesar de que Boca Juniors ha decidido no contar con sus principales figuras para este desafío en la altura.
La seguridad es una prioridad máxima, con la Policía departamental desplegando un amplio operativo que incluye “todo el personal” disponible, según declaraciones del comandante Carlos Oblitas. Este esfuerzo coordinado asegura un ambiente seguro tanto para los equipos como para las hinchadas, complementado con la presencia de un equipo de bomberos para garantizar que “el evento transcurra con total normalidad”.
Mientras tanto, la Alcaldía está trabajando arduamente en el arreglo de vías, facilitando el acceso al estadio sin inconvenientes para ambas escuadras. Estos esfuerzos se suman a los de la Gobernación, que ha movilizado a sus funcionarios para dar una nueva capa de pintura a las graderías y exteriores del estadio, además de mejorar los vestuarios y los túneles de acceso al campo de juego.
El equipo de Boca Juniors, anticipándose al desafío que representa jugar a tal altitud, planea volar a Bolivia este martes y permanecer en Sucre antes de hacer el viaje por tierra hasta Potosí el día del partido. A pesar de prescindir de figuras clave como Sergio ‘Chiquito’ Romero y Edison Cavani, el director técnico de Nacional Potosí, Claudio ‘el Pampa’ Biaggio, resalta que Boca no tiene un “equipo B” y reconoce la calidad de todos los jugadores que enfrentarán.
Con unas 23.000 localidades puestas a la venta, con precios que van desde los 21 hasta los 43 dólares, se espera que el estadio potosino reciba un lleno total para este encuentro del grupo D de la Sudamericana. Este partido no solo es una oportunidad para que Nacional Potosí muestre su valía en un escenario internacional sino también un momento histórico para la ciudad de Potosí, que se viste de gala para recibir a uno de los clubes más emblemáticos del fútbol sudamericano.