El legendario Romário, a sus 58 años, tuvo que posponer su esperado retorno al fútbol profesional este sábado. Si bien la expectativa era alta, el ex campeón mundial con Brasil en 1994 y actual senador se vio desde el banquillo cómo su equipo, el América de Río de Janeiro, vencía 2-0 a Petrópolis en el inicio de la segunda división del Campeonato Carioca.

Romário calentó junto a sus compañeros antes del inicio del partido y se sentó en el banco de suplentes, vestido para jugar pero sin tener minutos en el campo. Celebró los goles del América como uno más y se despidió del encuentro con un gesto de agradecimiento a la afición.

Aunque el ex delantero esperaba jugar al menos unos minutos, el marcador estuvo ajustado hasta el final y no fue una opción en los cambios realizados por el entrenador. Sin embargo, su hijo Romarinho sí tuvo la oportunidad de ingresar al campo.

El próximo domingo, Romário tendrá otra oportunidad de jugar contra el Cabofriense en el estadio Luso-Brasileiro de Río, manteniendo como principal objetivo la posibilidad de compartir el campo con su hijo al menos una vez.