El entrenador del Mallorca, Javier Aguirre, apenas pudo contener la emoción durante su despedida oficial este jueves en el estadio Son Moix. “No quiero quebrarme, debo mantenerme fuerte”, expresó el técnico mexicano, luchando por contener las lágrimas.

Tras dos temporadas y media al frente del equipo, Aguirre no recibió una oferta de renovación de contrato por parte del club balear, a pesar de haber cumplido con todos los objetivos establecidos.

Acompañado por los consejeros delegados del Mallorca, Pablo Ortells y Alfonso Díaz, así como por miembros de su equipo técnico, su esposa y los jugadores Antonio Raillo y Pablo Maffeo, Aguirre prefirió no hacer referencia a las circunstancias de su partida.

“Me he despedido de muchos clubes en silencio. Uno se va y ya está. Agradezco las palabras de Pablo y Alfonso, y siento el apoyo de la afición y el respeto de todos ustedes”, expresó Aguirre ante los medios de comunicación.

Tanto Ortells como Díaz elogiaron la contribución de Aguirre al club. “Dejas una marca indeleble en el mallorquinismo y siempre estarás en nuestros corazones”, afirmó Ortells, mientras que Díaz añadió: “Has sido un gran profesional y una gran persona, y eso también lo digo en nombre de nuestro presidente. Tu legado perdurará en el club”.