El París Saint-Germain está al borde de una eliminación temprana en la Liga de Campeones, algo que sería inédito desde la llegada de sus dueños cataríes en 2011. La derrota por 1-0 en casa del Bayern Múnich deja al equipo parisino en una posición comprometida, ocupando el puesto 26 de 36 equipos en la fase de grupos, con apenas cuatro puntos.

A pesar de que el desafío en el Allianz Arena se anticipaba complicado, dado el nivel del Bayern bajo la dirección de Vincent Kompany y con una plantilla estelar, el PSG no logró generar verdadero peligro en el encuentro. Aunque no fue una actuación desastrosa, el equipo dirigido por Luis Enrique volvió a exhibir sus limitaciones, especialmente en la transición del medio campo al ataque.

Los extremos Ousmane Dembélé y Bradley Barcola, efectivos en la liga local, han sido inofensivos en la competición europea. Además, la falta de un delantero centro puro sigue siendo una de las decisiones más cuestionadas del entrenador español. En esta ocasión, el PSG jugó sin una referencia clara en ataque, lo que agravó su incapacidad para generar opciones ofensivas.

“Sabemos que debemos adaptarnos a jugar en diferentes posiciones”, comentó Gonçalo Ramos, quien regresó de una lesión y disputó algunos minutos finales en el encuentro.

Con un panorama sombrío, el PSG necesitará un esfuerzo monumental en los partidos restantes para evitar una eliminación que podría marcar un antes y un después en el proyecto liderado por Luis Enrique.