enero 9, 2025
Dos partidos, dos victorias y un trofeo. El inicio de Sergio Conceição como técnico del AC Milan no podría haber sido más prometedor.
Sin embargo, no todo fue perfecto: un televisor roto quedó como testigo de su intensidad en el banquillo.
Conceição tomó las riendas del equipo a finales de diciembre, tras la destitución de Paulo Fonseca, y en poco más de una semana ya dejó su sello en el club. En su debut, Milan remontó para vencer 2-1 en la semifinal de la Supercopa Italiana. Días después, otra victoria con remontada incluida aseguró el título al imponerse 3-2 al Inter de Milán.
El técnico portugués, conocido por su carácter combativo, está impregnando al equipo con los mismos valores que lo definieron como jugador: garra, disciplina y ambición. Su pasión quedó en evidencia durante la final, cuando rompió un televisor en el vestuario tras encajar un gol al filo del descanso.
“Suerte que tenía fiebre, si no, habría roto más que un televisor”, bromeó Zlatan Ibrahimović en un discurso a los jugadores tras la victoria.
Ibrahimović, quien tuvo dos etapas como jugador en el Milan y ahora funge como asesor del club, elogió al equipo: “Lo que queríamos era una reacción, y esta fue nuestra reacción, chicos. Ganaron este trofeo con sudor, sacrificio y un deseo inquebrantable de triunfar. Cuando un equipo tiene este deseo de ganar, es difícil de vencer”.
El sueco concluyó destacando el poder mental del grupo: “Al inicio de la temporada les dije: ‘Todo depende de nosotros’. Hoy lo demostraron”.