
Jenni Hermoso no pudo disfrutar plenamente de la histórica victoria en el Mundial 2023 debido al impacto emocional del beso forzado de Luis Rubiales y las presiones para que lo disculpara, según relataron este jueves varias compañeras de la selección española, incluida la doble Balón de Oro Alexia Putellas.
Putellas declaró por videoconferencia en el juicio contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), asegurando que Hermoso “no estaba bien” y se sentía “muy agobiada”. “Nos decía que no la dejaban en paz, que no paraban”, añadió. La futbolista también recordó cómo Hermoso, entre lágrimas, repetía: “No puedo más”.
Durante un viaje de celebración a Ibiza, la atacante “estaba triste, no disfrutaba de lo que había pasado, que era ganar un Mundial, un momento que debería haber sido el mejor de su vida”, testificó la jugadora Laia Codina. Ana Belén Ecube, amiga de Hermoso que la acompañó, describió su estado emocional como “una montaña rusa”, intentando disfrutar, pero volviendo a sentirse cabizbaja y afectada.
Las testigos confirmaron que Hermoso recibió presiones de Rubiales y otros miembros de la RFEF para que minimizara el incidente. “Intentaban que hiciera un video con Rubiales diciendo que el beso fue consentido”, explicó Putellas.
Rubiales está acusado de agresión sexual y coacciones, delitos por los que la fiscalía solicita 2,5 años de cárcel. También enfrentan cargos por coacciones el exentrenador Jorge Vilda y dos exdirectivos de la RFEF, quienes podrían recibir penas de hasta 1,5 años de prisión.
El juicio, que inició el lunes con el testimonio de Hermoso, avanza rápidamente, por lo que Rubiales y los demás acusados declararán el martes, un día antes de lo previsto.