El retiro no está en los planes de Luka Modric. A sus 39 años, el croata sigue deslumbrando en el Santiago Bernabéu y ya se plantea su próximo desafío: extender su contrato con el Real Madrid por una temporada más y cerrar su carrera en el Mundial 2026 con la selección de Croacia.

Sería su cuarta Copa del Mundo, que disputaría con 40 años, a solo tres meses de cumplir 41. Según fuentes cercanas al jugador, este es el último gran reto de su exitosa trayectoria, que podría sellar con otro año vistiendo la camiseta merengue. Como el futbolista con más títulos en la historia del club, Modric continúa negociando su renovación con el Madrid.

En esta etapa de su carrera, ha asumido con madurez su rol en el equipo, aceptando la suplencia sin resentimientos y entregando su mejor versión cuando Ancelotti le da minutos. Su actuación ante el Girona es una prueba de ello: controló con el pecho un despeje rival y, con una volea espectacular, clavó el balón en la escuadra, desatando la ovación del Bernabéu.

Ese gol se suma a una extensa lista de tantos memorables con el Madrid, muchos de ellos desde fuera del área y con una precisión milimétrica, ya sea con la zurda o la diestra. Este curso, su rendimiento ha mejorado respecto a la temporada pasada, con 40 partidos jugados de los 42 disputados por el equipo. Sus estadísticas son impresionantes: 91,6% de precisión en pases, 78,5 pases por partido y un incremento en recuperaciones (5,8) y progresiones con balón (11,2), según datos de BeSoccer.

El técnico Carlo Ancelotti no oculta su admiración por el croata: “Modric es un regalo para el fútbol. Tiene que seguir hasta que él quiera, porque lo que hace lo hace muy bien. Es una leyenda que ha marcado una época”.

En caso de que Florentino Pérez y José Ángel Sánchez consulten a Ancelotti sobre su continuidad, la respuesta sería clara: Modric sigue siendo fundamental, tanto por su rendimiento en el campo como por su liderazgo en el vestuario. Su experiencia y exigencia sirven de guía para los jóvenes talentos del Madrid, asegurando que el equipo mantenga la mentalidad ganadora que lo ha caracterizado durante los últimos años.