febrero 29, 2024
Ayer, los Chicago Bulls se redimieron de su reciente descalabro ante los Detroit Pistons, imponiéndose en un emocionante duelo que necesitó de dos tiempos extra para definirse, finalizando 132-123 contra los Cleveland Cavaliers en el United Center. Los Cavaliers llegaban como uno de los conjuntos más destacados de la NBA, ocupando la segunda posición en la Conferencia Este, solo por detrás de los imponentes Boston Celtics.
DeMar DeRozan emergió como la figura clave de los Bulls, aportando 34 puntos, diez rebotes y cinco asistencias. A pesar de no tener un buen porcentaje de tiro de campo (8 de 26), DeRozan compensó con una notable eficacia en tiros libres (16 de 18), jugando un papel crucial al forzar la segunda prórroga y liderar el arranque del último período con cinco puntos seguidos que dejaron a los Cavaliers sin respuesta.
En ausencia de Patrick Williams, Alex Caruso y Zach LaVine, Chicago encontró solidez en su dúo de pívots, con Nikola Vucevic sumando 24 puntos y 13 rebotes, y Andre Drummond destacando con 17 puntos y 25 rebotes. Los Bulls establecieron un nuevo récord de la NBA con 39 rebotes en la primera mitad. Ayo Dosunmu también se reivindicó tras un juego anterior discreto, contribuyendo con 21 puntos y acertando cuatro triples.
Aunque no estuvieron particularmente acertados desde la línea de tres, los Bulls lograron encestar trece triples frente a los Cavs, recuperándose significativamente del bajón experimentado ante los Pistons, donde solo convirtieron 2 de 29 intentos de triple.
Los Cavaliers desperdiciaron una ventaja de doce puntos en el último cuarto, sufriendo una derrota después de haber ganado doce de sus quince partidos anteriores, lo que les había consolidado como la segunda mejor franquicia del Este. Ahora, su récord se sitúa en 38 victorias y 20 derrotas, mientras que los Bulls se colocan en la novena posición con un récord de 28-31.