En un duelo épico de la Liga de Campeones, el Manchester City de Pep Guardiola demostró una superioridad estadística abrumadora contra el Real Madrid, pero no logró capitalizarla, siendo eliminado en la tanda de penaltis tras un empate 1-1. A pesar de dominar con un 64% de posesión y un impresionante 93% de precisión en el pase, el equipo inglés no pudo superar la fortaleza defensiva del conjunto madridista, que resistió 118 ataques y 34 disparos, incluyendo once paradas clave de Andriy Lunin.

El Real Madrid, bajo la dirección de Carlo Ancelotti, comenzó presionando, aunque rápidamente se vio obligado a replegarse frente a la avalancha ofensiva del City. Los destellos de brillantez en el contragolpe, especialmente entre Jude Bellingham, Vinícius y Rodrygo, resultaron cruciales para su avance a las semifinales, aunque estos momentos fueron escasos debido al asedio constante del City.

La táctica de Ancelotti de no caer en un enfoque ultradefensivo fue puesta a prueba, pero su equipo mostró un enorme sacrificio. Fede Valverde, en particular, fue un titán en el campo, recibiendo el reconocimiento como el mejor jugador del partido. El City, por su parte, intentó desestabilizar la defensa madridista con 932 pases y 34 remates, 11 de los cuales encontraron el marco, pero encontraron un muro en Lunin, quien fue decisivo no solo durante el partido sino también en la tanda de penales, parando dos tiros decisivos.