La vigésima primera temporada de LeBron James en la NBA concluyó con un amargo sabor el lunes, cuando Los Angeles Lakers cayeron por un estrecho margen de 108-106 frente a los Denver Nuggets en la primera ronda de los playoffs. Este resultado confirmó la eliminación de los Lakers, con un global de 4-1 a favor de los Nuggets, actuales campeones y quienes ya habían eliminado a los Lakers en las finales de la Conferencia Oeste el año anterior. En aquel entonces, LeBron había insinuado la posibilidad de retirarse, aunque en esta ocasión evitó hacer comentarios directos sobre su futuro en el equipo.

En los 44 minutos que jugó, LeBron logró acumular 30 puntos, 9 rebotes y 11 asistencias, esforzándose por evitar una segunda eliminación temprana en sus 17 apariciones en playoffs. Desde su llegada a los Lakers en 2018, LeBron ha liderado al equipo a conquistar su cuarto campeonato en 2020 y su primera Copa de la NBA en diciembre pasado. Actualmente, se enfrenta a la decisión de extender su contrato por un año más por 51 millones de dólares o explorar otras opciones como agente libre.

Después del partido, LeBron expresó su deseo de regresar a casa y descansar, preparándose para representar a Estados Unidos en los próximos Juegos Olímpicos de París con el nuevo Dream Team. También comentó sobre la posibilidad de jugar en la NBA junto a su hijo Bronny, quien podría ingresar al Draft de la NBA después de un año desafiante en el baloncesto universitario. LeBron subrayó que su hijo tendrá la última palabra sobre su futuro profesional. Según informes de The Athletic, los Lakers estarían considerando seleccionar a Bronny para que pueda jugar al lado de su padre. Anthony Davis, otro líder de los Lakers, comentó sobre el futuro, señalando que si LeBron decide continuar, el objetivo será competir nuevamente por el campeonato.