El lunes, Francia consiguió la centésima victoria de su seleccionador, Didier Deschamps, al imponerse 1-0 a una Austria tenaz y bien organizada en su primer partido del Grupo D de la Eurocopa. Sin embargo, su estrella, Kylian Mbappé, sufrió una preocupante lesión.

Aunque no fue una actuación memorable, Francia aseguró los tres puntos gracias a un gol en propia meta del defensa austriaco Max Wober poco antes del descanso.

Tres años después de ser eliminada en los octavos de final de la Eurocopa 2020 por Suiza, Francia mostró indicios de que puede llegar mucho más lejos en Alemania.

Sin embargo, la noche fue complicada para el capitán de Francia, Mbappé, quien aún no ha marcado su primer gol en una Eurocopa y se retiró del campo ensangrentado en los últimos minutos debido a una posible fractura de nariz.

En su octogésima aparición con “Les Bleus”, el talentoso extremo de 25 años rompió la defensa de Austria en el minuto 38, cuando su regate a tres defensas y su centro llevaron al desafortunado Wober a marcar en su propia portería.

Mbappé también desperdició una excelente oportunidad de poner las cosas más cómodas para su equipo en el minuto 54, sorprendiendo a todos al disparar desviado junto al poste tras quedar solo frente al portero.

El delantero terminó ensangrentado y magullado después de recibir un golpe en la cara con el hombro en los últimos minutos. Poco después de reincorporarse tras recibir tratamiento, fue amonestado por sentarse en el césped.

Mbappé fue finalmente sustituido en un final de partido caótico, y hubo una evidente preocupación por la gravedad de su lesión.

A pesar de sus esfuerzos y de la posesión del balón, Austria no logró crear muchas ocasiones claras. El regreso de N’Golo Kanté se justificó plenamente con una exhibición magistral en el centro del campo.

Francia ahora se enfrentará a Países Bajos, que también tiene tres puntos después de vencer el domingo a Polonia 2-1 en el primer partido del Grupo D.