La selección de fútbol de Bélgica sintió el lunes una frustración familiar tras otro torneo decepcionante, en el que tuvo mucha posesión y ocasiones pero no supo materializarlas.

El entrenador Domenico Tedesco parecía tan disgustado por la eliminación en la Eurocopa tras la caída 1-0 ante Francia en octavos de final, que respondió a la mayoría de las preguntas posteriores al partido encogiéndose de hombros y diciendo que era demasiado pronto para analizar la actuación de su equipo.

Sin embargo, expresó su asombro por el hecho de que Bélgica solo hubiera marcado en uno de sus cuatro partidos en Alemania.

“Si piensas que Romelu (Lukaku) se va a ir a casa con cero goles, y también Jeremy Doku, con cero goles y cero asistencias, para mí es una pena, es increíble, porque lo hicieron bien y merecieron más”, dijo el DT en rueda de prensa.

“Una hora después del pitido final y tras encajar un gol en el minuto 85, me resulta muy difícil hacer un análisis (…) Veremos dentro de unas semanas”.

Para subrayar los problemas de Bélgica en ataque, su capitán Kevin De Bruyne, habitualmente implacable con el Manchester City, tuvo una gran ocasión pero disparó directamente al cuerpo del portero rival.

“Hicimos todo lo posible por ganar. Estuvimos a cinco minutos de la prórroga. Tuvimos ocasiones, no tantas. Luego ellos marcan y no hay tiempo suficiente para reaccionar”, señaló.

“Estábamos defendiendo bastante bien. Es una pena, pero así es el fútbol (…) Tuve una ocasión al final, pero no pude marcar. El portero lo hizo bien. El equipo hizo todo lo que podía hacer”.