julio 11, 2024
España tiene una cuenta pendiente con Cole Palmer. Una celebración desafortunada durante un gol en un partido crucial entre las selecciones sub-21 de ambos países ha dejado huella. El delantero del Chelsea fue decisivo en la final de la Eurocopa sub-21, disputada hace un año, y celebró el gol de la victoria (1-0) provocando al banquillo español. Ahora, en otra final, se enfrenta nuevamente a España, que no ha olvidado esa provocación.
El 8 de julio de 2023, Inglaterra y España sub-21 se enfrentaron en el Estadio de Batumi (Georgia) en la final de la Eurocopa sub-21. El equipo de Santi Denia fue derrotado con un gol de Palmer en el alargue de la primera parte. Palmer, entonces en el Manchester City, lanzó una falta que acabó en la portería defendida por Arnau Tenas, aunque el gol pudo ser ilegal.
Inglaterra colocó a dos jugadores delante de la barrera española, adelantándose durante el lanzamiento. Según la regla 13 de la IFAB, cuando tres o más defensores forman una barrera, todos los atacantes deben mantenerse al menos a un metro de distancia. Los jugadores británicos aparentemente no cumplieron con esta distancia, y el lanzamiento de Palmer rebotó en Curtis Jones, desviando a Tenas.
Palmer no solo celebró de manera efusiva, sino que lo hizo cerca del banquillo español con una mirada desafiante, provocando una trifulca. El árbitro noruego Espen Eskas expulsó a Ashley Cole (miembro del cuerpo técnico de Inglaterra) y al preparador físico español Carlos Rivera, y amonestó a Levi Colwill y Oihan Sancet.
De la plantilla subcampeona en Georgia, solo Álex Baena está presente en la Eurocopa con la selección absoluta. Otros como Tenas, Víctor Gómez, Paredes, Pacheco, Miranda, Blanco, Abel Ruiz, Sancet, Rodri o Sergio Gómez no han tenido la misma suerte. Sergio Gómez, excompañero de Palmer en el City, se mostró molesto por la celebración de Palmer.
Palmer y España, con Baena como testigo principal, se cruzarán de nuevo. Ambos son suplentes habituales en la Eurocopa, pero han tenido tiempo de juego. Palmer ha sido decisivo con sus apariciones en los últimos cuatro partidos, mientras que Baena solo ha jugado 27 minutos frente a Italia y Albania. Un año después, España tendrá la oportunidad de cerrar esa herida en Berlín.