Quincy Wilson, con tan solo 16 años, siete meses y un día, hizo historia este viernes en París al convertirse en el estadounidense más joven en participar en unas pruebas de atletismo en los Juegos Olímpicos.

Wilson fue el primer relevista del equipo en la serie de 4×400 metros hombres. Aunque el joven atleta de Maryland tuvo una jornada difícil, marcando un tiempo de 47 segundos y 27 centésimas y entregando el relevo en penúltima posición, estuvo lejos de sus destacadas actuaciones anteriores de esta temporada.

A pesar de las dificultades, el equipo estadounidense logró remontar hasta la tercera posición en su serie, asegurando así su clasificación para la final del sábado, en la cual inicialmente Wilson no competirá.

“Fue increíble, el público me impulsó, así como mi determinación. Sabía que tenía aún tres excelentes corredores detrás de mí”, declaró el joven atleta.

Su experimentado compañero, Vernon Norwood, elogió su desempeño: “Estoy orgulloso de él, ha hecho un buen trabajo. Le dije antes de la carrera que disfrutase del momento, que estaba ahí porque se lo merecía. Es un privilegio reservado a pocas personas en el mundo”.

Wilson se ganó su plaza en el relevo tras quedar sexto en los 400 metros en las clasificatorias olímpicas estadounidenses en junio. Esta temporada, logró un tiempo de 44 segundos y 20 centésimas, estableciendo la mejor marca mundial de la historia en la categoría de menos de 18 años.