agosto 10, 2024
La selección de Serbia, encabezada por Nikola Jokic, ganó el partido por el tercer puesto en el torneo olímpico de baloncesto de los Juegos de París 2024 al derrotar a Alemania 83-93 en el Arena Bercy de la capital francesa. Esta victoria le otorgó la medalla de bronce a Serbia, que además se tomó la revancha de la última final mundial, ganada previamente por los alemanes.
Nikola Jokic destacó con un ‘triple doble’ al sumar 19 puntos, 12 rebotes y once asistencias, siendo el jugador con la mejor valoración del partido (36). Jokic compartió el título de máximo anotador del encuentro con su compañero Vasilije Micic. Bajo la dirección del ex técnico del Barcelona, Svetislav Pesic, Serbia mostró una destacada actuación en el torneo, que incluyó una semifinal reñida contra Estados Unidos.
Cinco jugadores serbios superaron los diez puntos: Jokic, Micic, Bogdan Bogdanovic (16), Aleksa Avramovic (13) y Filip Petrusev (11), contribuyendo a la victoria y la medalla de bronce. Serbia no solo celebró esta conquista, sino que también se vengó deportivamente de la final del Mundial anterior.
En la fase de grupos en Lille, Serbia estuvo a punto de vengarse también de Estados Unidos en la semifinal, después de revertir un partido adverso contra Australia en el primer cruce en el Arena Bercy.
Alemania, que buscaba su primera medalla olímpica en baloncesto, llegó a cuartos con un récord perfecto, eliminando a Grecia antes de caer en semifinales ante Francia, liderada por el joven Victor Wembanyama. El equipo alemán no pudo mantener el ritmo impuesto por Serbia, a pesar de los esfuerzos de los hermanos Wagner, Franz y Moritz, y su capitán Dennis Schroeder.
El primer cuarto terminó 21-28 a favor de Serbia, y la ventaja se amplió en la primera mitad con un máximo de catorce puntos antes del descanso. Un fuerte inicio del tercer periodo permitió a Serbia despegarse hasta los 19 puntos de ventaja, consolidando su dominio en el partido.
A pesar de un intento de remontada por parte de Alemania, liderada por Moritz Wagner, Serbia mantuvo la calma y aseguró la victoria con un triple de Bogdanovic y una asistencia crucial de Marinkovic. Esta victoria confirma el regreso de Serbia a la élite del baloncesto mundial, después de ganar la plata en Rio 2016 y no clasificar para Tokio 2020, consolidando su estatus con el subcampeonato mundial y el bronce olímpico en París 2024.