Taylor Fritz no pudo contener la emoción cuando se dio cuenta de que había asegurado su lugar en la final del Abierto de Estados Unidos. El tenista californiano de 26 años explicó: “Lloro con los finales felices de las películas, no con las cosas tristes. Así soy yo”.

Si Fritz logra vencer al italiano Jannik Sinner, el número uno del mundo, este domingo en el Estadio Arthur Ashe, se convertiría en el primer estadounidense en ganar un título del Grand Slam en 21 años. “Siento que saldré, jugaré muy bien y ganaré”, expresó confiado Fritz, quien es el duodécimo preclasificado. Este optimismo llegó tras su emocionante victoria en cinco sets ante su compatriota Frances Tiafoe, asegurando su primera aparición en una final de Grand Slam.

La última vez que un estadounidense jugó una final de un major fue en 2009, cuando Andy Roddick cayó ante Roger Federer en Wimbledon. La sequía de títulos para el tenis masculino de EE.UU. data de 2003, cuando Roddick conquistó el Abierto de Estados Unidos al derrotar a Juan Carlos Ferrero.

Fritz, conocido por su potente saque y derecha, ha trabajado en fortalecer su juego en todas las áreas y se siente optimista sobre su enfrentamiento con Sinner, con quien ha dividido victorias en dos encuentros anteriores. “Siempre siento que le pego bien a la pelota cuando juego contra él”, comentó Fritz.

A pesar de su excelente trayectoria, Fritz enfrenta un desafío difícil, ya que Sinner llega como gran favorito, tanto en el ranking como en las apuestas, con un récord impresionante de 34-2 en canchas duras este año. Fritz, por su parte, ha tenido un sólido 2024 con un récord de 19-7 en este tipo de superficie.

El rendimiento de Sinner no parece haber sido afectado por la reciente controversia sobre dopaje. Aunque se revelaron dos pruebas positivas para un esteroide anabólico, fue absuelto al determinarse que la exposición fue involuntaria, lo que le permitió seguir compitiendo sin restricciones en el Abierto de Estados Unidos.