El exdelantero italiano Salvatore Schillaci, estrella del Mundial de 1990 y figura destacada de la Juventus, falleció a los 59 años, según anunció el miércoles su antiguo club, el Inter de Milán.

Schillaci llevó a Italia al tercer puesto en la Copa del Mundo de 1990, ganando la Bota de Oro tras marcar seis goles, incluyendo uno en la semifinal contra Argentina y otro en el partido por el tercer lugar ante Inglaterra.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó su pesar en la red social X: “Nos deja un ícono del fútbol, un hombre que ha entrado en los corazones de los italianos y de los aficionados de todo el mundo. Salvatore Schillaci, conocido como Toto, el delantero de las noches mágicas de Italia ’90. Gracias por las emociones, por hacernos soñar y ondear nuestra bandera nacional. Buen viaje, campeón.”

La icónica imagen de Schillaci celebrando sus goles, con sus ojos desorbitados, se convirtió en un símbolo del torneo, eclipsando incluso a jugadores consagrados como Gianluca Vialli y Roberto Baggio. Fue galardonado con el Balón de Oro como jugador del torneo y terminó en segundo lugar en el Balón de Oro al mejor jugador masculino de 1990, solo detrás del capitán alemán Lothar Matthaus.

Aunque comenzó el primer partido de Italia en el Mundial como suplente, Schillaci entró desde el banquillo y anotó el gol de la victoria en el encuentro contra Austria. Sin embargo, tras ese emocionante torneo, solo marcó un gol más con la selección y no volvió a participar en competiciones importantes.

Apodado “Toto”, Schillaci tuvo un desarrollo tardío en su carrera, comenzando en las ligas inferiores con el club siciliano Messina. Fue el máximo goleador de la Serie B en 1988-89, lo que le valió un fichaje por la Juventus.

La Juventus elogió su impacto en el club: “Nos enamoramos de Toto, de su deseo, su historia y su pasión. Tuvimos la suerte de disfrutarlo antes de que lo hiciera toda Italia en aquel verano inolvidable de 1990.”

Schillaci ayudó a la Juventus a ganar la Coppa Italia y la Copa de la UEFA en la temporada 1989-90, y luego volvió a conquistar este último trofeo con el Inter de Milán cuatro años después.

El presidente de la Serie A, Lorenzo Casini, también rindió homenaje a Schillaci, describiéndolo como un campeón que iluminó las “noches mágicas” de Italia 90.