Álvaro Morata ha tenido un impacto inmediato en Milán, donde se ha consolidado como el líder ofensivo de los ‘rossoneri’. Con dos goles y una asistencia desde su llegada, el delantero español ha sido clave para el equipo, pero su verdadero valor va más allá de las estadísticas, aportando esfuerzo y liderazgo, cualidades que la afición milanista anhelaba.

Desde su fichaje, Morata ha sido la pieza central en el esquema de Paulo Fonseca, formando una dupla letal con el estadounidense Christian Pulisic, cuando las lesiones lo han permitido. Morata ha mostrado una renovada confianza y una capacidad decisiva en momentos importantes, destacando por su toma de decisiones y efectividad.

A pesar de haber llegado con molestias físicas, el madrileño forzó su participación en la primera jornada de la Serie A y también se esforzó para estar disponible en el encuentro de la Liga de Campeones ante el Liverpool. Aunque su actuación ante el Bayer Leverkusen se limitó a media hora de juego, debido al desgaste físico, su entrega y compromiso en cada partido han sido aplaudidos por el público milanista.

Referente en ataque y líder en el vestuario

Aunque aún no ha marcado en la Liga de Campeones esta temporada, una competición en la que no ve puerta desde el 7 de noviembre, Morata ha sido una voz de apoyo para la afición en los momentos de mayor tensión. Se ha hecho cargo de la responsabilidad en un vestuario que en ocasiones ha carecido de líderes, pero siempre manteniendo la humildad para evitar crear conflictos internos.

“Trabajar, trabajar y trabajar. Eso es lo que tenemos que hacer. No es un problema de táctica. Así es el fútbol. De la misma forma en que hemos encajado goles, podríamos haber marcado. Debemos trabajar y cambiar cómo reaccionamos después de los goles”, declaró tras un partido, palabras que fueron muy aplaudidas por la afición.

“Theo Hernández es un líder, Rafa Leao es un líder. Tenemos muchos jugadores excelentes en el equipo”, comentó al referirse a su rol como referente en el vestuario poco después de su llegada.

Pocos días después, el Milan se recuperó de la derrota ante el Liverpool con una importante victoria ante el Inter, en la que Morata nuevamente demostró su gran nivel, a pesar de no haber marcado en ese encuentro.