Contra todo pronóstico, Botafogo hizo historia este sábado al conquistar su primera Copa Libertadores, al vencer 3-1 al Atlético Mineiro en una emocionante final brasileña disputada en Buenos Aires, a pesar de jugar con un hombre menos desde el minuto dos.

El club que inmortalizó el legendario Garrincha en los años 50 y 60 rompió la maldición que lo mantenía como el único equipo tradicional de Brasil sin este preciado trofeo, silenciando a sus detractores.

Este triunfo no solo marcó su debut victorioso en una final de Libertadores, sino también el fin de una sequía de casi tres décadas sin títulos importantes. La última gran gloria del Fogão había sido el Brasileirao de 1995, un campeonato que está cerca de revalidar este año, liderando con tres puntos de ventaja sobre el Palmeiras a falta de dos jornadas.

“Fue una victoria épica, probablemente la más épica en una final de la Libertadores”, expresó el entrenador portugués Artur Jorge, destacando el espíritu y la determinación de su equipo para alcanzar esta hazaña histórica.