Cuando parecía que el Manchester City retomaba el rumbo tras una complicada racha en la Premier League, Everton logró arrebatarle un empate en el Etihad Stadium. Este resultado deja a los citizens en una posición preocupante de cara al resto de la temporada, alejándose de la lucha por el título, algo inusual desde la llegada de Pep Guardiola en 2016.

El gol del empate, un disparo espectacular de Iliman Ndiaye, dejó un ambiente de desconcierto tanto en el campo como en el banquillo del City. Guardiola reflejaba con su expresión la frustración de un equipo que parece más afectado por factores mentales que futbolísticos.

El partido había comenzado de forma prometedora para los locales. Dominando la posesión y presionando alto, el City tomó la delantera al minuto 14. Una jugada iniciada por Doku desde la banda izquierda culminó en un centro que Bernardo Silva desvió ligeramente para vencer a Pickford.

El dominio del City continuó, y las oportunidades de aumentar la ventaja no faltaron. Savinho, Haaland y nuevamente Bernardo estuvieron cerca de marcar, pero no lograron concretar.

Sin embargo, Everton respondió con contundencia en su primera llegada al área rival. Al minuto 37, Doucouré envió un centro preciso desde la derecha que encontró a Iliman Ndiaye. El delantero francés controló el balón con maestría y disparó al ángulo, dejando sin opciones al portero Stefan Ortega y sellando el 1-1 definitivo.

Este resultado aumenta las dudas sobre el Manchester City, que apenas ha conseguido una victoria en sus últimos 10 encuentros de liga, complicando sus aspiraciones al título en una temporada llena de altibajos.