Aaron Rodgers reflexionó este miércoles sobre su trayectoria y el futuro incierto mientras se prepara para lo que podría ser su último partido con los Jets de Nueva York, e incluso el cierre de una brillante carrera de 20 años en la NFL.

“Sí, por supuesto”, respondió Rodgers cuando se le preguntó si había considerado que el juego del domingo contra Miami podría marcar su despedida definitiva. Sin embargo, el mariscal de campo de 41 años dejó claro que aún no ha tomado una decisión sobre su futuro en el deporte.

“Necesito un descanso mental para refrescarme y poner mis pies en la arena”, comentó. “Después de eso, veré dónde estoy”.

Aunque no descartó continuar jugando, Rodgers dio la impresión de que no espera necesariamente regresar con los Jets. Durante su charla con los medios, destacó su gratitud por los últimos dos años con el equipo, describiéndolos como “los mejores de mi vida”.

El quarterback habló de un cambio de perspectiva que experimentó mientras se recuperaba de la rotura del tendón de Aquiles, una lesión que lo dejó fuera tras solo cuatro jugadas en su esperado debut con los Jets. Rodgers explicó que redescubrió su amor por el fútbol después de 18 años en Green Bay y valoró las conexiones creadas con sus compañeros, entrenadores y la organización de Nueva York.

“Obviamente, me habría gustado que las cosas fueran mejor en el campo”, admitió Rodgers. “Pero no tengo más que gratitud por este tiempo en mi vida”.

Rodgers llegó a los Jets en abril de 2023 tras un intercambio con los Packers, generando grandes expectativas sobre el potencial del equipo para competir en el Super Bowl. Aunque las circunstancias no fueron las esperadas, Rodgers expresó su aprecio por esta etapa de su carrera.