El Espanyol y el Valencia se unieron este viernes a otros clubes de LaLiga en su oposición a la medida cautelar otorgada por el Consejo Superior de Deportes (CSD), que permite a Dani Olmo y Pau Víctor continuar inscritos como jugadores del Barcelona pese a presuntas infracciones al ‘fair play’ financiero.

El Athletic, Las Palmas, Atlético de Madrid y Valladolid habían sido los primeros en criticar la decisión, calificándola como una adulteración de la competición.

El CSD justificó su medida alegando que, de no conceder la cautelar, los jugadores podrían sufrir un daño irreparable. Sin embargo, el órgano gubernamental tiene hasta el 7 de abril para resolver definitivamente el recurso presentado por el Barcelona.

El Espanyol, inicialmente alineado con la postura general de LaLiga, expresó este viernes su rechazo, calificando la decisión como “una amenaza a la integridad de la competición” que “genera incertidumbre y pone en riesgo los principios de igualdad y justicia”.

Por su parte, el Valencia también se pronunció en contra, argumentando que la medida es perjudicial para la gestión económica del fútbol profesional. “Esta decisión amenaza un sistema reconocido en la Ley del Deporte y admirado internacionalmente, además de poner en peligro el futuro de la competición”, señaló el club ché en su comunicado.

El Atlético de Madrid, en una nota emitida el jueves, destacó que el control económico de LaLiga ha sido esencial para garantizar la solvencia del fútbol español. “Sin normas claras e iguales para todos, no hay competición justa posible”, concluyó el club rojiblanco.