Los Broncos de Denver rompieron esta temporada una prolongada sequía de playoffs y encontraron finalmente a su mariscal de campo franquicia, todo esto pese a enfrentar un récord de la NFL con 91 millones de dólares en cargos de tope salarial relacionados con exjugadores.

Con una mayor flexibilidad financiera para 2025, un vestuario unido y sin figuras problemáticas —como destacó su quarterback Bo Nix—, además de una plantilla joven que produjo cinco All-Pros por primera vez desde los días de John Elway, los Broncos se sienten preparados para competir con Patrick Mahomes y los Chiefs por el dominio de la División Oeste de la Conferencia Americana.

“Sin duda alguna. Podríamos haber estado fácilmente 2-0 contra los Chiefs este año, y nuestro objetivo claro para el próximo año es ganar nuestra división”, afirmó el propietario Greg Penner durante la conferencia de prensa de fin de temporada.

Los Chiefs (15-2), que han ganado la división cada año desde 2016, buscan extender su supremacía con un hito histórico: conseguir tres títulos consecutivos del Super Bowl y alcanzar su cuarto Trofeo Lombardi desde que Mahomes asumió como quarterback titular.