Jaren Barajas, un estudiante universitario de 18 años, no suele tener tiempo para el baloncesto debido a su apretada agenda académica, pero el domingo por la noche, con los ojos del mundo sobre él, logró algo inesperado: venció al astro de los Milwaukee Bucks, Damian Lillard, en un concurso de tiros de tres puntos durante el Juego de las Estrellas, llevándose a casa 100.000 dólares.

Barajas, quien rara vez lanza al aro en su patio trasero, calificó el momento como “transformador para la vida” y expresó: “Esto va a significar el mundo para mí, va a ayudar mucho a mi familia y definitivamente a mi futuro. Espero que me ayude a pagar mi educación, que lo hará.”

El escenario era tenso: Lillard necesitaba encestar tres tiros desde larga distancia para ganar, mientras que Barajas solo tenía que encestar uno. Con el tiempo corriendo y Lillard fallando sus intentos, Barajas aprovechó la oportunidad, lanzando un tiro decisivo que encestó justo como su padre siempre le había enseñado: usando el cristal. El tiro fue su sexto o séptimo intento, aunque ni Barajas ni su padre podían recordarlo con exactitud.

“Estaba llegando al final, nos quedaban 30 segundos y mi papá siempre me dice que use el tablero”, recordó Barajas. “Eso era lo que tenía que hacer para que entrara.”

Lo más increíble de todo es que Barajas ni siquiera se suponía que estuviera allí. Había estado esperando asistir al evento del Chase Center desde que se anunció que San Francisco sería el anfitrión del Juego de las Estrellas 2025. “Me sorprendieron con estos boletos ayer, así que ni siquiera sabía que venía al juego. Tener esta experiencia es tan surrealista”, comentó Barajas. “Estoy muy agradecido.”

Este inesperado triunfo no solo le ha otorgado una significativa suma de dinero, sino también un lugar especial en la historia del Juego de las Estrellas.