
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) expresó su indignación por los insultos dirigidos al árbitro José Munuera Montero tras la expulsión de Jude Bellingham en el empate 1-1 del Real Madrid ante Osasuna. La federación denunció que esta situación refleja el “odio y la violencia verbal” que los colegiados enfrentan cada jornada.
Munuera Montero mostró la tarjeta roja directa al mediocampista inglés de 21 años por considerar que le había insultado. Sin embargo, tanto Bellingham como su entrenador, Carlo Ancelotti, aseguraron que se trató de un error.
“Los árbitros y árbitras profesionales deseamos mostrar nuestra más absoluta repulsa a los ataques y amenazas que nuestro compañero José Luis Munuera Montero está recibiendo a través de las redes sociales, afectando tanto a él como a su entorno familiar”, señaló la RFEF en un comunicado emitido el lunes por la noche.
La federación advirtió que estos ataques reflejan la violencia verbal que los árbitros sufren cada fin de semana y que, en categorías inferiores, incluso pueden derivar en agresiones físicas.
Bellingham podría enfrentar una sanción por el uso de “términos o actitudes ofensivas” hacia el árbitro. No obstante, el jugador aseguró que hubo un malentendido y que su expresión, captada en video, no iba dirigida al colegiado.
“Soy un jugador inglés… y en el campo uso expresiones naturales en mi idioma”, explicó el sábado. “No hubo insulto, fue una expresión hacia mí mismo, pero el árbitro interpretó otra cosa”.