La Juventus sigue atravesando una crisis profunda. Después de sufrir una histórica derrota 0-4 ante el Atalanta, los bianconeri fueron humillados nuevamente con un 3-0 frente a la Fiorentina, lo que deja al equipo en una situación casi insostenible. Este nuevo tropiezo amenaza seriamente sus opciones de clasificar a la próxima Liga de Campeones y coloca a Thiago Motta como el principal señalado de esta debacle.

El conjunto de Turín atraviesa una racha de resultados desastrosos, que incluyen la eliminación en Liga de Campeones ante el PSV, una derrota ante el Empoli en la Copa Italia y la catastrófica goleada ante el Atalanta, que representó la mayor derrota en casa desde 1957. Motta, que parecía tener el proyecto bajo control hace apenas un mes, ahora se encuentra al borde del precipicio, con el proyecto que se tambalea tras una sucesión de malas actuaciones.

Hace solo un mes, la Juventus estaba luchando por el título de la Serie A y avanzando en competiciones europeas y nacionales, pero desde el 19 de febrero, todo se ha venido abajo. La derrota ante la Fiorentina, un rival que solo había ganado una vez en sus últimos cinco partidos, subraya la creciente desconexión del equipo, cada vez más alejado de su mejor versión.