Redacción NVS / AFP
A lo largo de la historia han sido numerosos los casos de deportistas de élite que han sufrido depresión o algún tipo de problema de salud mental durante sus carreras. La semana pasada, la gimnasta estadounidense Simone Biles se retiró del evento general por equipos de los Juegos Olímpicos de Tokio. ¿La razón? “Demonios en su cabeza” que lastraron su actuación.
Estos son algunos de los atletas que han sufrido este tipo de experiencias en sus carreras.
En 2016, el nadador australiano Ian Thorpe, quíntuple campeón olímpico, reveló que luchaba contra una depresión desde la adolescencia. Incluso, en 2014 fue hospitalizado después de ser encontrado errante y desorientado en una calle de Sídney.
“Soy alguien que ha luchado contra los problemas mentales desde su adolescencia (…) Visto desde el exterior, muchos no podían ver mi sufrimiento o entender la lucha a veces diaria que tenía que afrontar”, escribió en un blog destinado a los jóvenes en 2016.
La número 2 del tenis mundial creó una onda expansiva en junio al rechazar hablar para los medios en una conferencia de prensa en Roland Garros para “preservar su salud mental”. Osaka admitió haber pasado por “largos periodos de depresión” desde 2018.
El más grande nadador de la historia y el deportista poseedor de más medallas olímpicas, con 28 (23 de ellas de oro), el estadounidense Michael Phelps, reconoció haber sido víctima de la depresión tras cada uno de los Olímpicos en los que participó (de 2000 a 2016).
En 2009, Alemania quedó conmocionada por el suicidio del arquero internacional Robert Enke, que se lanzó a las vías del tren. Cinco años después, Andreas Biermann, exjugador de la segunda división alemana con el St. Pauli y diagnosticado depresivo crónico, también acabó con su vida.
Iniesta pasó por una época depresiva a los 25 años, tras conquistar su segunda Liga de Campeones con el Barcelona en 2009. En esa se dio la muerte por un fallo cardíaco de su amigo del Espanyol Dani Jarque, al que luego dedicaría su gol en la final del Mundial de 2010.
“Cuando conocí la noticia tuve la impresión de recibir un puñetazo, un golpe muy potente que me dejó KO y que me hizo caer muy abajo. No estaba nada bien”, explicó.
El exfutbolista inglés Paul Gascoigne, 57 veces internacional con Inglaterra, a la que llevó a la semifinal del mundial Italia 1990, tiene 54 años de edad actualmente. Desde hace muchos años sufre de depresión, la cual es agravada por su adicción al alcohol.
Vencedor del Giro en 2017, el ciclista holandés subió al podio de una gran vuelta en otras dos ocasiones (segundo en el Giro y el Tour en 2018) y se proclamó campeón del mundo de contrarreloj (2017), un año después de haber ganado la plata olímpica en esa disciplina en Rio-2016.
A comienzos de este año, Dumoulin anuncio su deseo de “tomar una pausa” en su carrera para “reflexionar, pasear a mi perro y buscar saber qué quiero, tanto como persona como encima de la bicicleta, y lo que quiero hacer con mi vida”. Después regresó a la competición.
La carrera del exinternacional francés de rugby Christophe Dominici, fallecido en noviembre de 2020 a los 48 años, se mezcló con su sinuosa trayectoria vital, desde su sublime ‘try’ contra los All Blacks en el Mundial 1999 hasta caer en el pozo de la desesperanza. En un libro publicado en 2007, Dominici habló de su depresión desencadenada por varios episodios personales.