Redacción NVS / AFP
Un nuevo conflicto entre la FIFA y las ligas europeas está a la vista con la idea de disputar un mundial cada dos años en lugar de cuatro. La idea de la entidad rectora del balompié somete al fútbol a nueva guerra, y añade el riesgo de divorciarse de los clubes y competencias del Viejo Continente.
La idea no es nueva. Ya había sido planteada, y descartada, en la década de los 90. Empero, la visión de un mundial bienal ha resurgido en los últimos meses. El francés Arsene Wenger, director de desarrollo de la FIFA, ha sido el encargado de defenderla en los medios esta última semana.
Pero no es una iniciativa aislada. A finales de mayo la instancia mundial inició “un estudio de viabilidad” solicitado por la Federación Saudí, cercana al presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
El dirigente ítalo-suizo dijo estar abierto “a todo” en la reforma del calendario con el único propósito de luchar contra la desigualdad en el fútbol.
El principal argumento de la FIFA es que organizar el Mundial cada dos años significa más ingresos a distribuir entre las federaciones, especialmente las africanas, asiáticas o sudamericanas, más dependientes del gran torneo que el próspero fútbol europeo.
